REVISTA Nº 85                                               

Merleau-Ponty. Lo humano y lo adverso
Luis Álvarez Falcón
Universidad de Zaragoza (UNIZAR).
Departamento de Filosofía.
falcon@unizar.es

RESUMEN:

   El 10 de septiembre de 1951, en el contexto de los Rencontres internationales de Ginebra, Maurice Merleau-Ponty pronunciará su conferencia: L´homme et l´adversité (El hombre y la adversidad). En un lúcido diagnóstico de la cultura europea, su análisis partirá de las premisas fenomenológicas que Edmund Husserl delimitó en Die Krisis der europäischen Wissenschaften und die transzendentale Phänomenologie, Einleitung in die Phänomenologische Philosophie, y que el contexto posterior a la Segunda Guerra Mundial modificará desde sus concepciones epistemológicas, morales y políticas. La urgencia de una respuesta a la nueva situación de la condición humana exigirá una transformación del conocimiento del hombre y de las zonas sensibles de nuestra experiencia. En consecuencia, una nueva experiencia de nuestra condición pondrá en tela de juicio el propio concepto de «humanismo», demandando una revisión profunda de la regresión de los dinamismos de experiencia que han desembocado en una pérdida, o fracaso, de las concepciones de la cultura occidental. Este ensayo tratará de reactivar y actualizar el sereno testimonio de un pensamiento, cuyas premisas laten en el origen inconcluso de una crisis radical: la experiencia de la contingencia y la adversidad.


ABSTRACT: 

   On September 10th 1951, in the context of the Rencontres internationales of Geneva, Maurice Merleau-Ponty gave his lecture L´homme et l´adversité (Man and Adversity). In an accurate diagnosis of European culture, his analysis sprang from the phenomenological premises defined by Edmund Husserl in Die Krisis der europäischen Wissenschaften und die transzendentale Phänomenologie, Einleitung in die Phänomenologische Philosophie that the post-World War II context modified in its epistemological, moral and political conceptions. The urgency for an answer to the new situation of human condition will entail a transformation of man's knowledge as well as of the sensitive areas of our experience. Consequently, a new experience of our condition will call into question the concept of «humanism» itself, demanding a profound revision of the regression of the dynamisms of experience that have ended in a loss -or failure- of Western culture’s conceptions. This essay will try to reactivate and upgrade the serene testimony of a thought whose premises lie in the unconcluded origin of a radical crisis: the experience of contingency and adversity.