CIFUENTES, L. y GUTIÉRREZ, J.M. (Coord.). AAVV. Enseñar y aprender filosofía en la Educación Secundaria.
Barcelona. ICE/Horsori. 1997.
Este libro pretende una doble finalidad: por un lado, ayudar a definir de forma dialógico-pragmática el papel que los profesores/as de filosofía de Educación Secundaria han de desarrollar en el diseño curricular y proponer los cauces necesarios para su ejecución; por otro, aportar unos objetivos, un material de trabajo y una metodología fundamentados en el intercambio de la teoría y la praxis, que puedan servir de guía al quehacer cotidiano filosófico.
El libro está estructurado en cuatro capítulos. El primero trata del contexto socio-cultural y educativo, así como de la formación inicial de los profesores de filosofía. El segundo informa y comenta las bases legales sobre los que se asientan las materias filosóficas y su enseñanza en secundaria. El tercer capítulo se centra en la filosofía y su didáctica. El cuarto y último
capítulo ofrece un conjunto de materiales curriculares de algunas disciplinas filosóficas. El libro se cierra con tres apartados: «Lecturas recomendadas», «Referencias bibliográficas» e «Índice temático».
Los dos primeros capítulos, de carácter informativo-reflexivo, constituyen distintos marcos teóricos: el marco socio-cultural de la enseñanza en general y de la enseñanza de la filosofía en particular; el marco laboral de las fases por las que transcurre el desarrollo
profesional de los docentes y, finalmente el marco legal de la enseñanza de la filosofía en la LOGSE.
El tercer capítulo contiene varios estudios sobre la didáctica de la filosofía surgidos de una reflexión sobre la práctica docente y comparte un mismo enfoque esencial que, según los propios autores, se basa en la tesis de que la didáctica de la filosofía no es un mero apéndice externo a la filosofía misma, sino que es constitutiva de la misma actividad filosófica, al menos de la actividad filosófica académica. Los cinco sugerentes artículos que componen este tercer capítulo intentan dar testimonio de la vitalidad de la filosofía como pensamiento sobre y para la actividad educativa.
El cuarto y último capítulo, que abarca algo más de la mitad de la obra, recoge ejemplos concretos de materiales curriculares adaptados a distintas disciplinas filosóficas: ética, filosofía, historia de la filosofía, ciencia tecnología y sociedad, psicología, papeles sociales de mujeres y hombres, sociedad, cultura y religión, e historia crítica del pensamiento español. Partiendo de unos «presupuestos psicopedagógicos compartidos» se presentan propuestas útiles y variadas para la elaboración y el desarrollo ya sea de una unidad didáctica, de un trimestre o de todo un curso.
Los tres últimos apartados del libro, «Lecturas recomendadas», «Referencias bibliográficas» e «Índice temático», completan el interesante recorrido de esta obra que constituye una verdadera invitación a un banquete filosófico-didáctico, en el que la ingestión (aprender) y la digestión (enseñar) se muestran como dos momentos inseparables de un mismo proceso.