Mar Ferragut
Los profesores de Filosofía quieren dar a su asignatura la importancia que se merece. De la LOMCE, impulsada por el gobierno del PP, les dolió la forma cómo la asignatura quedó reducida al mínimo y se rebelaron contra ello, pero no les sorprendió mucho dado «el enfoque neoliberal» perseguido por su impulsor, José Ignacio Wert. En cambio, el varapalo de la LOMLOE, impulsada por un gobierno de coalición progresista, les ha desencajado más. A estos docentes les resulta incomprensible por qué el Ejecutivo de PSOE y Podemos ha incumplido un acuerdo unánime de la Comisión Permanente de Educación del Congreso de 2018 y ha sacado el pensamiento filosófico del currículo de Secundaria al no incluir la asignatura de Ética como materia obligatoria en 4º de ESO, además de eliminar la Filosofía como optativa.
En la proposición no de ley que todos los partidos aprobaron en 2018 (incluyendo el PP, que reconoció su error al quitar tanto peso a Filosofía con la LOMCE) se diseñaba un ciclo formativo de filosofía estructurado en tres cursos: una materia obligatoria de Ética en 4º de ESO (con la LOMCE Ética pasó a ser la asignatura alternativa a Religión); otra materia troncal de Filosofía en 1º de Bachillerato (el reducto que Wert respetó) e Historia de la Filosofía en 2º de Bachillerato, también troncal.
No fue nada fácil llegar a ese acuerdo, recuerda Esperanza Rodríguez, presidenta de la Red Española de Filosofía (REF) y profesora que lleva a sus espaldas ya décadas de reivindicaciones, reuniones con ministros y políticos de todos los colores y movilizaciones en la calle por esta asignatura (los docentes de filosofía viven en una lucha permanente por mantener vivo el pensamiento filosófico en el horario escolar). Por eso, en 2018 cuando la Comisión Permanente de Educación aprobó esa proposición de forma unánime, Rodríguez se sintió satisfecha pero se contuvo antes de lanzar los fuegos artificiales: «No lo creeré hasta que lo vea negro sobre blanco en el Boletín Oficial del Estado», recuerda que dijo en aquel momento.
Tres años después, tras un cambio de Gobierno y con una nueva ley orgánica de educación, la profesora por desgracia ha comprobado que hizo bien en desconfiar: el borrador de currículo de ESO y Bachillerato impulsado por el ministerio de Pilar Alegría no recoge esa idea del ciclo formativo de tres cursos y, aunque sí recupera la materia de Historia de la Filosofía en 2º de Bachillerato, no incluye Ética en 4º de ESO como materia obligatoria y elimina Filosofía como optativa.
¿Por qué es para estos docentes un hecho tan grave que el Ministerio no contemple Ética como obligatoria en este curso? Por un lado, la actuación del Gobierno les duele porque se sienten traicionados y porque creen que este tipo de incumplimientos desvirtúan la democracia. Pero sobre todo salen a la calle y protestan porque ven inconcebible que los alumnos que no estudien Bachillerato finalizarán su escolarización obligatoria sin haber recibido ni unos mínimos de Filosofía.
Desde el ministerio de Educación, en concreto desde la Secretaría de Estado que dirige Alejandro Tiana, se ha contraargumentado que la ética está presente en la asignatura de Valores Cívicos y Éticos. Pero los profesores replican que a no ser que las comunidades autónomas decidan darle más peso, esta materia solo tendrá una hora a la semana e incluye tantos contenidos (la igualdad de género, la lucha contra el cambio climático, la «importancia social de los impuestos»…) que los docentes auguran que la parte de ética quedará muy diluida. Además, razona Rodríguez, no es lo mismo una asignatura como Valores, que es normativa (enseña las normas) que una asignatura como Ética, que es reflexiva (fomenta la reflexión sobre por qué existen esas normas y no otras). Y encima solo una hora semanal no basta para nada: «El pensar requiere tiempo».
Los docentes reclaman que se cumpla lo pactado y se recupere Ética y además piden al Ministerio que al menos mantenga Filosofía en la larga lista de optativas previstas para ESO (listado que incluye ocho materias, de Digitalización a Economía y Emprendimiento, pasando por Latín, Segunda Lengua Extranjera…).
Una vez que se apruebe el real decreto con el currículo de ESO, los defensores de la filosofía tendrán que llevar su batalla al ámbito autonómico. Algunas comunidades ya han dado pistas de por dónde van a ir. En Cantabria se ha anunciado la creación de dos optativas en Secudaria: Problemas morales de nuestro tiempo (dos horas semanales en 1º y 2º de ESO) e Introducción al debate filosofico (dos horas semanales en 4º de ESO). En la Comunidad Valenciana la movilización ha conseguido el apoyo del sindicato UGT, que ha asumido las reivindicaciones de este colectivo. Es de las pocas fuerzas sindicales que se ha mojado con el profesorado de Filosofía. En Madrid, la presidenta de la REF y el presidente de la Asociación de Profesores de Filosofía de Madrid (APFM), Enrique Mesa García, ya se han reunido con representantes de la consejería de Educación, aunque no tienen muchas expectativas.
Enrique Mesa García destaca un dato que a su entender dice mucho, y no bueno, sobre la LOMLOE: «En el nuevo currículo de ESO la palabra «filosofía» no aparece mencionada en ningún momento; la palabra emprendimiento aparece hasta 17 veces». Así, el representante de la APFM concluye con tristeza que «el nuevo modelo educativo busca apuntalar una nueva sociedad con mucho dominio sobre los ciudadanos, ahora el sistema educativo se diseña por factores laborales y de consumo». Y por ello, no hay sitio para la Filosofía.
Esa línea es la que sostiene también Carlos Fernández Liria, filósofo y profesor de la Universidad Complutense de Madrid: «Porque somos libres queremos ciudadanos, no esclavos; del mercado; queremos ciudadanos, no emprendedores; queremos ciudadanos, no átomos mercantiles. Queremos dar la libertad a las personas, y no dar la libertad al dinero para encarcelarlas. Por eso, queremos filosofía». De esta manera, el conocido profesor y divulgador animaba a los 10.000 sucriptores de su canal de Youtube a secundar la protesta que tuvo lugar en Madrid el pasado diciembre. En otro vídeo, Fernández Liria declama que es «paradójico y contradictorio» que el Gobierno, «como todo el mundo», considere «urgente» enseñar a los jóvenes «a discernir en la engañosa marea de impostura y fake news de intenet» y sin embargo suprima «la única asignatura de la ESO que es capaz de enseñar qué es el discernimiento».
Esa idea de que la filosofía és más necesaria que nunca dada la complejidad del mundo actual es compartida por los impulsores del portal Filosofía&Co ( filco.es ): «Nos sorprende que, a pesar de que los tiempos que vivimos necesitan una fuerte reflexión y la filosofía no para de tener cada vez más fuerza e importancia y de llegar a más rincones también fuera de las aulas y la Academia, desde las instituciones se realicen movimientos en sentido contrario; el aula es un punto de partida necesario».
Defienden que la Filosofía tiene mucho que aportar a los estudiantes en Secundaria, tanto en un nivel cognitivo (dado que la curiosidad es «fundamental») como en un plano de desarrollo individual. Razonan que es un momento «de búsqueda de la propia identidad, de normas morales y de una ética propia» y este proceso «debe darse bajo el paraguas de una asignatura como Filosofía». Además, consideran que el pensamiento filosófico «tiene un papel fundamental en esta sociedad hipervisual en la que vivimos» ya que, sostienen desde Filosofía&Co, esta generación es «nativa digital» con lo que «su forma de estar en el mundo y de relacionarse es mediante imágenes» y saber relacionarse con las imágenes «de una forma crítica y no de una forma pasiva (en un mero consumo)» es necesario para su desarrollo.
¿No puede enseñarse ese discernimiento, esa capacidad crítica, de forma transversal en la escuela? «El pensamiento crítico es una habilidad transversal y, de alguna u otra manera, se trabaja en todas las asignaturas, pero la diferencia con la Filosofía es que esta hace del pensamiento crítico su bandera, el centro de su disciplina», matizan desde Filosofía&Co. «Es dudar de todo de forma radical y permanente», subraya Enrique Mesa García. Además, los impulsores de filco.es apuntan que el saber filosófico «nos permite entender mejor otros conceptos y problemas que aparecen en otras disciplinas» y ponen el ejemplo expuesto por el especialista en medicina interna y filósofo Benjamín Herreros: ante la complejidad de la medicina actual, que presenta muchos conflictos éticos muy difíciles de resolver, se ha desarrollado la ética médica o bioética, disciplina que ha adquirido tanta importancia que ya forma parte de los planes de formación.
Tanto la presidenta de la REF como la Conferencia Española de Decanatos de Filosofía, también implicada en la causa, ven contradictorio quitar peso a esta materia en un momento en que el Informe PISA impulsado por la OCDE ha empezado a evaluar la llamada competencia global, entendiendo que ésta es tan importante para moverse por el mundo como las competencias que tradicionalmente se evalúan (matemática, lingüística y científica).
En un comunicado, los decanos de filosofía, además de pedir al Minsterio que incluya Filosofía como optativa en ESO y que fije una carga de dos horas semanales para Valores Cívicos y Éticos, reclaman que se añada al currículo de ESO esta competencia globlal: «Incluye dimensiones como conocimiento y comprensión aplicados a asuntos globales e interculturales y destrezas cognitivas centradas en el pensamiento análitico y el pensamiento crítico; en cuanto a las actitudes, incluye componentes como: apertura hacia otras culturas, respeto hacia otras culturas, el respeto hacia la otredad, la conciencia global y responsabilidad, y los valores que se juzgan universales: la dignidad humana y la diversidad cultural».
«La Unión Europea está empezando a subrayar la necesidad de introducir ética en la educación obligatoria, vamos en la dirección contraria», indica Esperanza Rodríguez. ¿Y los otros países, van en la buena dirección? En Gran Bretaña la filosofía nunca ha estado presente en la enseñanza básica, pero de siempre ha tenido un peso potente en las universidades privadas, quedando así como algo reservado para la élite, aunque ahora, indica la presidenta de la REF, se están empezando a aplicar experiencias de filosofía para niños, durante la Educación Primaria. En Francia también se están llevando a cabo prácticas similares con los alumnos más pequeños, aunque lo habitual es que el pensamiento filosófico y la disertación tenga mucha importancia en los últimos cursos antes de la universidad (lo que sería nuestro Bachillerato). En Alemania no existe una asignatura como tal, pero sí hay distintos conocimientos relacionados que se imparten en diferentes optativas y además en cualquier carrera hay créditos obligatorios, asegura Rodríguez. En Italia la filosofía siempre ha tenido un papel importante y la materia forma parte del currículo de Secundaria.
España es un país con «una fuerte tradición ética» y siempre ha destacado el arraigo de la pedagogía de la Filosofía. Con cada nueva normativa la materia se tambalea, pero docentes y pensadores siempre están ahí, apuntalándola y saliendo a la calle para defender su espacio y recordar su importancia.